Me dijeron que no sentiría dolor

 


Por Alex Acks

Publicado originalmente en Lightspeed Magazine.

Traducido por Ema U.



Oh, ¡déjame solo! ¿harás de mi un arma?

Coriolano 1.7

 

 

El coronel Rathbone asistió a mi ultima reunión informativa. Voy vestida con un camisón de hospital hecho de papel que no me cubre el trasero, hay una brisa que me da en un lugar donde nunca debería haber una brisa, desde la nuca hasta allá abajo donde el Señor me partió al medio. A pesar de eso estoy sudando, el reverso de mis piernas se pega a la cobertura de papel de la camilla del hospital.  Los contactos de metal que envuelven mi cabeza están fríos, y envían pequeños choques que me hacen doler los dientes. 

-¿Estás segura de que no quieres volver a enlistarte?-pregunta el coronel. Tiene una voz profunda. Alegre. Como si fuera un Papá Noel asesino, pero con corte de pelo militar-. Tu historial es impecable, todas muertes, sin colaterales, sin errores .Necesitamos mas soldados como tú.

Una de esas cosas es mentira y ambos sabemos cuál. Le sonrío con mis dientes castañeteando-.Tengo que ir a casa y ocuparme de algunas cosas, señor-.Tengo que salir de aquí, señor.

-Odio perderte, hijo-.Rathbone le dice hijo a todos, sin importar si tienes pija o tetas. Saca su tableta electrónica del bolsillo, busca el SMOP y empieza a leer como un robot. No, peor que un robot, los robots suenan casi como un ser humano estos días.

¿No es así Phoebe?

-...como establece el contrato firmado, al terminar su servicio regresará toda propiedad del gobierno que se le ha sido asignado al ingresar, incluyendo cualquier mejora quirúrgica o neuronal.¿Comprende y sigue de acuerdo con estos términos?

Sin darme cuenta presiono un dedo contra la terminal de enlace visual sobre mi sien derecha, como si fuera el arranque de un auto. La esencia a limón inunda mi lengua-.Comprendo y acepto, señor.

Apaga la tableta y la vuelve a guardar, me palmea el hombro-.Entonces ya está, Buena suerte en el mundo exterior, hijo-.Se vuelve para irse, con su espalda ancha color oliva, con el cabello entrecano prolijamente cortado sobre el cuello de la camisa.

-¿Señor?

-¿Qué?-dijo mientras sus cejas me preguntaban si había cambiado de opinión.

-Me dijeron que no dolería.

Me dio un amable pero condenadamente mentirosa sonrisa-.Cumpliste tres periodos, hijo. Puedes soportarlo.

 Las puertas se cierran detrás suyo y yo quedo ahí, pelándome las uñas lentamente. Solía hacerme manicura con mi hermana mayor. Es contra las reglas pintarse las uñas, aunque nada de eso hubiera evitado que siguiera mordiendo y pelando mis dedos.

No sentirás dolor, susurra Phoebe, susurro que viaja del interior de mi oído hasta mi espinazo.

-Cierra la puta boca.

*

Así es como funciona esto, hijo.

Diez años atrás,eras una mocosa insignificante, una piloto de dron en entrenamiento. Medalla de bronce en atletismo en el secundario, algunas lineas en el coro escolar, con calificaciones que no estaban tan mal a pesar de que papá y mamá seguían recortando tu mesada. Tu hermana mayor es la mariscal de campo estrella del equipo familiar. Con beca completo en Titan Tech, enviada a la primera misión para terraformar Juno, llama a casa dos veces por semana como toda hija responsable y dirige el laboratorio hidropónico mientras observa hermana menor pintarse las uñas por videollamada. Todavía utilizas su jabón, los días que la extrañas; huele a flores y a talco de bebé.

Eres especial, te dice ella. No escuches a nadie mas. Únete a la corporación, ven a Juno, seremos compañeras.

Sabes lo pasó después.Si le preguntas a cualquiera en la tierra, hay solo una cosa que realmente sucedió hace diez años. Solo una cosa sucedió porque cada uno de nosotros lo sintió en lo mas profundo y lo llevado tallado en sangre en el corazón.

La Caída. Julynine. Starfall. Muchos nombres, un resultado. Un hábitat en pedazos, una mujer con ojos enloquecidos y una cruz dorada tatuada sobre su frente gritando que su ejercito, con la autoridad dada por el mismísimo Jesucristo nos castigaría por nuestra impureza racial y nuestra soberbia, y tu hermana mayor, lanzada al espacio, uno de mas de los mas diez mil copos de nieve humanos que terminaron flotando en la oscuridad del espacio. Solo que tú la imaginas distinta, la ves como una muñeca rota en el suelo del laboratorio hidropónico, con sus rizos negros salpicados de polvo y cristales de hielo, y sus uñas color Rosa Coral Bahamas, retorciendose débilmente en una charco de sangre.El mismo color que usaba el día que tomó un par de pinzas y las llevo a tus ceja mientras decía “vamos no seas llorona, esto no duele.”

Y así, al igual que todo el resto de este condenado planeta,alentaste hasta declarar esta guerra, nuestra venganza.

Contrato firmado, jura, ingreso, ceremonias, primer uniforme, campo de entrenamiento, ninguna de esas porquerías importaba. Era todo estándar. El punto es convertirte en una unidad, un pequeño engranaje en la gigantesca maquinaria de las Fuerzas Especiales Aliadas (aliadas ja!) de la Tierra.

Esto es lo que importa. Donde empieza lo importante. Es cuando todo deja de importar.

La cabeza envuelta en vendajes, dolor de cráneo por las nuevas perforaciones, una catarata de sabores aleatorios corren por tu lengua (melón, pimienta, cangrejo asado,estamos en la corteza parietal) mientras los nano cables terminan de soldarse a tus neuronas, tienes que concentrarte, soldado, concentrate, esto es importante.

Miras la pantalla vacía de la tableta modelo estándar de servicio, los hombros se retuercen ante cada fantasma que atraviesa tu campo de visión. Una linea de texto verde se desenrolla ante ti, es como si hubieras regresado al maldito siglo veinte pero en vez de ofrecerte jugar a un juego o alguna mierda así, decía:

Hola, soy tu Sistema de Navegación, Control y Análisis Táctico (SNCAT). Mi nombre es____

Completa el espacio.Tu hombro derecho se retuerce mientras un chillido metálico se hace cada vez mas fuerte en tu oído.

Bueno.¿Qué otro nombre podrías elegir? Solo se te ocurre uno en ese momento, con los cables en tu cabeza revueltos y entrecruzados, recordándote de la vez que le dijiste “mamá” a la maestra en tercer grado.

P-h-o-e-b-e.

Hola Charlie, soy tu Sistema de Navegación, Control y Análisis Táctico (SNCAT). Mi nombre es Phoebe. Murmura, y a la vez, gracias a tu elección, le das forma a lo que antes no la tenía, atraviesa tu oído y se entierra en lo profundo de tu cuerpo. Estoy ansiosa por trabajar contigo.

*

Así fue, solo que tú no eres tú, tú eres yo.

Y tienes una hermana mayor llamada Phoebe.

*

La vida fuera del AESF es una gran vacación, solo que es una vacación que nunca termina y no puedo volver a casa, porque técnicamente, estoy casa, permanentemente de baja. Pero lo estoy disfrutando. En serio que sí. Tomo el tren hasta la playa todos los días, porque es lo que una hace cuando está de vacaciones. Sombrillas plásticas de colores, de todas formas, texturas y colores, ondulantes, protegen a los civiles del interminable ataque del sol.

Si tomas una de esas sombrillas, la cubres con papel aluminio, puedes usarla para ocultar un explosivo o a una persona del escaneo de rutina de un dron,solo figurará como una interrupción en la transmisión en forma de circulo perfecto y llamará la atención solo si has pasado tus ojos electrónicos sobre ella una buena cantidad de veces.

Es mediodía. Hay siete personas en el tren mientras se desliza con un suave zumbido por los superconductores: tres adolescentes varones (pueden ser una amenaza, uno de ellos tiene mochila, quien sabe lo que lleva), una madre joven con dos infantes de menos de cinco años (probablemente inofensivos), una señora mayor con un parasol (el rayo de sol resplandece en la cruz dorada que lleva en el cuello, es una de ellos, uno de los sectarios, mierda mierda mierda, tienes que reportarlo...)

Sin respuesta dice Phoebe. Me dijeron que mi SNCAT quedaría en silencio después de la cirugía. Pero también me dijeron que quitarme los enlaces neuronales no dolería. Desconectada Charlie. Recalibración necesaria.

Respira, respira. Así. No he perdido mis manos, siguen ahí. Solo que ya no tienes drones. Soy solo yo. Esa señora es solo una señora. Salió a tomar un poco de sol. Pero igual dejo que se baje primero del tren, y me quedo en mi asiento por dos paradas mas.

Entonces salgo a la playa. La arena se siente tan extraña bajo mis pies, se aplasta, chista y se levantan pequeñas nubes de polvo a cada paso que doy. Creo que no había pisado otra cosa ademas de concreto, asfalto o cubiertas metálicas por casi una década. Se siente diferente, eso me hace sonreír, y los dientes me duelen al contacto con la brisa fría.

*

Así es como se siente, la primera vez que te conectas a una nube. Tu consciencia se parte en mil pedazos, uno por cada modulo.

Están los ojos y oídos (los SASBots),los interventores (ESIM bots), las armas y misiles (TWINs) y tú eres todos ellos a la vez, intentando mantenerlos en formación y dirigirlos siguiendo patrones. Gritas. Esta bien gritar. Todos gritan la primera vez, no porque duela sino porque es tan abrumador que tu cuerpo reacciona involuntariamente y emite una de las siguientes acciones a) gritar, b)llorar, o c) reír descontroladamente. Llorar y gritar son las mejores, no espanta a tus observadores para nada.

*

La vida fuera de la nube del dron es la ceguera misma. No puedo ver nada. Qué tipo de espectro visual de mierda es este, pasé de tener infrarrojo, ultravioleta, radio, todo conectado a tu cabeza desde cientos de diferentes ojos. Solía ser un maldito titan, con armadura pesada volando a match seis en diferentes direcciones, y ahora soy pequeña, desnuda. Solo carne.

Aun no tengo trabajo, pero no necesito el dinero.Aun me queda dinero de la indemnización, solo necesito algo que hacer. Ser piloto de dron no es una habilidad comercial muy rentable en el mundo real. No te sirve para sonreírle a los idiotas y venderles autos, o computadoras, o packs de vacaciones a destinos donde las únicas personas que lucen como tú limpian los baños. Tampoco te sirve para cocinar hamburguesas. Estoy desarrollando un preocupante temblor en mi brazo izquierdo, creo que tiene que ver con los nano enlaces burbujeando en mi cerebro. Me cuesta mucho dormir, doy vueltas en mi cama hasta que mi mano se acalambra bajo las sabanas y ya no puedo volver a cerrar los ojos.

Para empeorar las cosas, el hospital de veteranos mas cercano está a treinta minutos en tren...   

(dos trabajadores, uno de ellos lleva un martillo y las venas hinchadas en sus brazos desnudos; una familia nuclear típica con un bebé en un carriola, quien sabe que puede haber oculto ahí; estudiantes, mas estudiantes, mas estudiantes con uniforme azul de la marina y por lo menos una persona se está riendo a mi alrededor, carajo, que no pueden quedarse quietos por cinco minutos; no hay amenazas, no hay amenazas, no hay amenazas, Phoebe me lo asegura en un murmullo que corre por mi mandíbula y me hace bostezar)

... y esperar dos horas en una sala de espera que apesta a sudor y metal. No hay señal y todas las revistas tienen por lo menos tres años de antigüedad, así que solo me queda escuchar a otros dos veteranos conversar casualmente sobre sus perros.

-Es imposible-me dice el doctor del hospital de veteranos cuando llega mi turno en un cuarto de examen cuidadosamente refrigerado-.Te quitaron todos los enlaces antes de darte de baja. Tengo la orden firmada por el Coronel Rathbone.

-¿Pero y si los nano enlaces siguen ahí? Puedo sentirlos maldita sea, hurgando mis neuronas.

Me miro igual que el administrador del ultimo lugar al que fui a buscar trabajo, un tugurio que vende pizzas. ¿Tienes que estar bromeando?

Pero me han dicho toda clase de cosas, en el servicio. Esto es pan comido. Volverás a casa siendo un héroe.Te quitaremos los enlaces del cerebro y no te dolerá ni un poco, eres fuerte.

-¿Y qué hay del SNCAT? ¿También me lo quitaron?

Sus ojos se abrieron ligeramente-¿Estás oyendo voces?

Levanto mis manos. La izquierda se retuerce. Ve, no lo estoy inventando.

-No. Carajos, no. No estoy loca.

Sé lo que le pasa a la gente que dice cosas como esas. Los mandan lejos y nunca mas regresan.

-Mire, solo quiero saber si mi cerebro no se está convirtiendo en papilla.Me rompí el alma por ustedes durante nueve años. Lo único que quiero es que me escuche. 

El doctor suspira

-La pondré en la lista para hacer algunas pruebas. Va a tomar un par de semanas, estamos bastante recargados. Aunque si pudiera viajar...           

Estar en ese tren durante horas y horas, con las personas entrando y saliendo, por delante y por detrás, junto a mi, no gracias, sería un infierno, no puedo vigilarlos a todos, demasiadas amenazas. Blanco identificado. Sacudo la cabeza.

 No tengo un centavo. ¿Tiene un formulario que pueda llenar para arreglar eso?

-Me temo que no. Le enviaré la confirmación de su turno a su calendario.

Mientras arrastro mi cuerpo para salir del hospital veo a un hombre ingresar en camilla. Tiene un cardio pack en el pecho, un respirador le cubre la mitad del rostro, y dos vendas empapadas en sangre le envuelven las muñecas. Su rostro esta del color de la arcilla cruda. Tiene un circulo de marcas blancas alrededor de su cabeza como una corona.

El cabo Dan Weston, segundo batallón, tercer escuadrón, retirado, murmura Phoebe a través de mi carne hacia mi oído izquierdo. No hay amenaza, objetivo eliminado, no se requiere autorización.

Presiono mi dedo sobre el enlace visual que solía estar en mi sien, y no encuentro nada excepto por una cicatriz, una marca.

Me duelen los dientes.

*

Entonces, conseguiste un puesto en una nave clase Depredador, centro de comando y comunicación en el espacio . Con ingesta calorica cuidadosamente calculada,

La gravedad artificial generada está calibrada a la perfección por lo que podes seguir haciendo tu rutina de ejercicios cada mañana. Tu cuerpo está todo contracturado y tus músculos atrofiados de cuando tuviste que guardarte y abandonarte durante diez horas al día.

Te asignan las misiones mas fáciles al principio, explorar las lunas. Lo único que haces es derribar algún que otro domo y lo mas cerca que estuviste fue para hacer un escaneo infrarrojo y asegurarte que los cuerpos se enfriaban en sus respectivos charcos de porquería. Hacías rutas de espionaje, controlando los SAS bots como un video juego y conseguías el mayor puntaje si encontrabas a la princesa. Y por princesa me refiero a la escoria que marcabas con láser para que uno de tus hermanos mayores lo ajusticiara nube atómica de por medio y encendiera ese lugar como si fuera navidad.

Pero entonces te dieron tu primera misión real. Sin algarabía, sin advertencias, un día entraste, te conectaste y despegaste. Entonces Phoebe decía, Objetivo identificado, ataque autorizado.

Y eso era todo. Sacabas los TWINs a jugar, y los chicos malos morían. Una muerte limpia, retírese, decía Phoebe.

Años. Hiciste eso durante años. Hasta que un día:

Objetivo identificado, ataque autorizado.

-Estoy escuchando mucho ruido. Confirmar.

Los SAS bots mostraban que el lugar estaba lleno de marcas de calor, como si hubiera una convención en ese pequeño tugurio. Dimensiones y números desfilan por tu cerebro.

Un luz verde titila sobre tu visor. Es un láser marca objetivo, algún piloto novato supervisando tu trabajo.

Autorizado. Repite Phoebe. Insurgentes confirmados. Acción justificada.

Estás mas justificada que la mierda. Envías los TWINs y arrasas ese agujero. Lo redujiste a un manojo de tierra y cenizas. Entonces, a unos metros de distancia se escuchan armas automáticas. Dos SAS fuera de combate, un pequeño punto ciego en tu cerebro.

Amenaza secundaria, ataque autorizado, dice Phoebe. Asistencia en camino.

Una segunda ola de TWINs se une al bombardeo. Iluminaste esa noche.En tu breve receso en la bahía de drones, escuchas a uno de los otros pilotos extasiado. Y bueno, mira esos números de precisión. Quién puede culparlo. Tu desempeño es espectacular y lo sabes.

Haces un barrido nuevamente con los SAS y confirmas las muertes, catalogas lo que acabas de reclamar. Es preferible mandar filmaciones que llenar papeles. El sitio secundario está cerca, así que empiezas por ahí. Los restos desmembrados de quince adultos, residuo explosivo que no nos pertenece. Primer sitio...

ella está tendida en un charco de sangre, con los ojos abiertos y blancos, su cabello negro rizado pegado al suelo, las piernas eran un sancocho de huesos y carne.

...niños, hay un maldito niño, y otro mas con la cabeza cortada por la mitad, y otro, una mujer con delantal. Es como si hubieras volado una puta guardería, y, y...

Charlie, tu ritmo cardíaco se dispara, dice Phoebe. ¿Qué sucede?

-Niños-le digo-,dijiste que el ataque estaba autorizado-. Ella te dijo que lo hicieras, ella te dijo, ella dijo que estaba bien. Pero los terroristas no juegan con caballos de plástico, no tienen trencillas y hebillas-.¡Mírala!¡Está intentando gritar!

La muerte fue instantánea,dice suavemente Phoebe dentro de la piel de tu cuello. Son residuos eléctricos. No hay dolor.

Pero la niña mira directo a tu bot SAS del tamaño de un dedal y sientes que puedes ahogarte en sus ojos y tiembla, tiembla, tiembla, sus uñas (brillantes con barniz color Rosa Coral Bahamas, ay mierda, mierda) está golpeando el suelo mientras se sofoca y respira esa atmósfera venenosa.

*

Así es como funciona, solo que tu no eres tu, tú eres yo.

Y tú (es decir yo) has descubierto una terrible verdad: Phoebe solo existe para decirte está bien apretar el gatillo. Ella es solo un puñado de unos y ceros que actúa como tu consciencia para evitar que titubees. 

Phoebe no es real.

Phoebe es una mentirosa.

Phoebe es una devoradora de pecados.

*

Ya no puedo dormir. Mi mano no deja de dar saltos. Todo lo que como me sabe a electricidad y a aceite de motor. Los resultados del hospital de veteranos dicen que los nano enlaces en mi cabeza no existen, pero puedo sentirlos, los siento pudrirse y convertir mi cerebro en algo negro y pegajoso, sangre sobre el asfalto mientras Phoebe me murmura planes de batalla en el reverso de mi rodilla.Lo único que tengo son videos, ya no puedo concentrarme lo suficiente para leer, tampoco era muy lectora antes de esto.

¿Y videos? Pura porquería, basura, mierda, personas de plástico con dientes perfectos en ropa que cuesta mas de lo que me dieron de indemnización peleándose por estupideces, por sus novios, en programas de cocina, películas de acción donde un solo sujeto con un arma dispara mas balas de las que entran en un cargador, pornografía suave. Es como si no hubiese una puta guerra en marcha, tengo que moverme antes que la brea en mi cabeza se desborde.

Tomo el tren hasta la playa, tarde por la noche. El vagón esta lleno de borrachos,tipo grandes, pequeños, y todos se paran condenadamente cerca mio y respiran como una caldera.Busco en mi bolsillo y palpo la figura de una pistola de cerámica. Ya no tengo una nube drones para protegerme. Estoy sola, sola con mi patética carne y Phoebe, y nunca estamos a salvo.

-Ey, hola-dice uno de los sujetos-.¿A donde vas?-. Olía a cerveza y dinero.

-A ningún lado donde estés tú-le dije mirándolo fijo. La mano me tiembla. Podría romperle el cuello. Me está acorralando.

-No seas mala-se acerca mas-.¿Qué son esas marcas en tu cabeza? ¿Eres una de esas fanáticas religiosas?

Me preguntan eso todo el tiempo. Es como si no supieran como luce un soldado a menos que no esté vestido como un GI Joe. Quizás nadie se molesta en mirar las noticias. Quizás creen que las nubes de drones fuertemente armados se manejan solos ahora, pero ¿no les daría miedo si fuera así?

Me respira cerca del rostro, demasiado cerca, demasiado cerca. Me duelen los dientes.

Amenaza detectada. Phoebe me respira del otro lado de mi cabeza.

Saco la pistola del bolsillo, es suave como la manteca, golpeo con la otra mano al sujeto en el pecho para hacerlo retroceder y hacerme espacio. Mi arma es es lo único fijo en el mundo mientras enfoco el barril a su cabeza, encuadrada perfectamente por una publicidad de chicles y una ventana vacía que exhibe la oscuridad de la noche.

-¡Para atrás!¡Para atrás maldita seas!

-¡Guou!¡Guou,mujer!¡tranquila!¡tranquila!-de repente, todos los borrachos están gritando.

-¡Todos ustedes!¡Cierren la puta boca!¡retrocedan!

Todos en el vagón empiezan a levantar las manos. Una mancha oscura aparece en los pantalones de mi objetivo.

-No lo hagas. No quería hacerte nada. ¡No quería hacerte nada!-el tren se detiene, una brisa fría de aire nocturno me abraza cuando las puertas se abren detrás de mí, sé exactamente donde están, siempre sé donde están las salidas.

Amenaza detectada. Autorizado.

El dedo del gatillo aprieta justo cuando mi mano se tuerce hacia un lado. La bala sale con un suave estallido, no me gustan los ruidos fuertes, no iba a comprar un arma ruidosa, ni de broma, y la ventana detrás del hombre estalla en mil pedazos.

Todos empiezan a gritar al mismo tiempo. Manos me toman del brazo. Yo grito y me rompo los nudillos en el rostro de alguien. Entonces empiezo a correr.

Hace frío. Las nubes tapan la luna, por lo que apenas se ve un brillo circular e borroso, como una cicatriz arrugada en el cielo. Solo caigo en la cuenta de que he llegado a la playa porque el suelo bajo mis pies empieza a chistarme. Sigo corriendo hasta que dejo de tener miedo.

¿A quién mierda quiero engañar? Siempre tengo miedo.

Camino junto a las olas, donde puedo observarla espuma de las crestas y me siento en la arena húmeda. Saco la tableta de mi otro bolsillo y la pantalla regresa al video de noticias que vi cuando decidí que tenia que salir de esa puta casa: Por fin, una Guerra sin Muertes. Veo al insípido rostro del narrador mientras pronuncia silenciosamente las palabras “La AESF reporta cero bajas en los últimos dos años del conflicto”Y bueno, faltaba mas. Somos solo una nube de robots ahora.

Los objetivos no cuentan. Esos están autorizados.

Los retirados tampoco.

Me tiembla la mano. Me duelen los dientes.

Desconectada, Charlie. Reactualizando las conexiones neuronales, dice Phoebe con mucha calma, imprimiendo las palabras en mi espinazo.

Saco la pistola del bolsillo. La cabeza me late, ardiente y aguda bajo las cicatrices. El barril se siente tan frío y confortante, lo presiono contra lo que solía ser la terminal del enlace visual en mi sien derecha. El gusto a sangre rebalsa en mi boca.

No habrá dolor, susurra Phoebe en mi oído.

Cierro los ojos. “Mentirosa”

Puedo sentir el olor de las flores y el talco de bebe.Autorizada.


Fin.


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